martes, 29 de mayo de 2012

29 de mayo de 1892 - Suiza

Y yo no tendré miedo de morenas ni rubias, pues cerraré los ojos y te diré: soy tuya. - A. Storni

29 de mayo de 1969 - Córdoba

http://www.youtube.com/watch?v=V_hS0DvZVI4
En mayo de 1969, durante el gobierno de Onganía, comenzó a evidenciarse una crisis con estallidos en distintos puntos del país, como Corrientes y Rosario. En Córdoba, donde existía una estrecha relación entre estudiantes y obreros, al descontento general se sumó la decisión del gobierno provincial de suprimir el “sábado inglés”, es decir, la media jornada laboral. En consecuencia, el SMATA (de los obreros de la industria automotriz) y el sindicato de Luz y Fuerza convocaron a un paro activo con movilización para el 29 de mayo. Los estudiantes adhirieron a la medida de fuerza y pronto la ciudad fue controlada por los manifestantes, quienes lograron su ocupación durante unas veinte horas. Se produjeron incendios y ataques a las principales empresas multinacionales. La represión consiguiente fue brutal y dejó como resultado veinte manifestantes muertos y cientos de detenidos, entre ellos Agustín Tosco, Atilio López y Elpidio González.
Esta rebelión popular marcaría el principio del fin de la dictadura instalada en el gobierno desde 1966.

martes, 22 de mayo de 2012

Esperar

Un hombre sostiene la puerta del tren para que otro suba. Camina por el vagón como puede...

Un vendedor vende y grita al mismo tiempo...

Una mujer lee un diario tres días viejo...

Alguien ronca en silencio a su lado...

El hombre atraviesa el vagón furgón donde alguien fuma apoyado en el cartel que lo prohibe...

Una bicicleta se cae y despierta a una pareja que esperaba dormir un poco más...

Sigue caminando, aquel hombre, y acaricia un perro al pasar que mueve la cola en agradecimiento...

Un joven duerme parado y amenaza con caerse...

El maquinista empieza a aminorar la marcha...

El hombre deja ya de caminar, mira por la ventana, empieza a ver los andenes...

Gira y mira hacia el vagón, mira que lo miran...

Busca algo en esas miradas... Busca algo en ese viaje...

Hace 3 meses busca. Espera.



http://incalculable-laberinto.blogspot.com.ar/

martes, 8 de mayo de 2012

Cuando desesperemos, no olvidemos...

... los soles secretos que la noche esconde, esa humana hazaña de reír contra toda evidencia.

http://rebelion.org/noticia.php?id=80656

lunes, 7 de mayo de 2012

Evita, de evitar *

Por Juan Sasturain
(1986)

Había una vez un verbo
un verbo sin decir/ sin gritar/ un verbo
calladito y sin balcón
un verbito nomás
un verbo más o menos
sin jugar ni conjugar
sin tiempo ni modo
ni voz / ni vos
ni yo tampoco
teníamos el verbo:
HABIA UN SILENCIO ASI.

Pero el verbo se hizo carne
y habitó (evitó) entre nosotros
EVITA (dijo el verbo)
Evita tú / evite él /
evitemos nosotros
evitamos –dijo el mosquito–
y la historia araba, evitaba
para él y con nosotros
arrastrados por ella.
Ella, Evita (de evitar)
arrastró por todos
se arrastró (para los arrastradores)
le enrostraron arrastrada
y era verdad (oh mentirosos)
que los llevaba a la rastra
de la nariz / de los huevos
los llevaba la hembra
con el olor de la historia
entre las piernas /
entre las manos /
entre las masas y hacía la calle
(y el amor) con el pueblo
a los gritos, oh escandalosa.

EVITA (le decían) evita
hacer olas, y Evita no evitaba;
oleaba, olía, el celo de la gente
la arrastraba.
El arrastre de Evita: oh señora,
arrastra pro nobis.

Dicen mis amigos / que mi vino es triste
pero ella vino (de venir) verbalizó:
Evita tú –me dijo– el vino entristecido
Evita (de evitar)
las noches largas
las amargas rachas
las tantas Nachas
dijo Evita y vino (de venir)
conjugó el verbo
invitó el vino (de beber) bebió /
bendijo / el agua de las fuentes
las patas de las fuentes
las manos de los fuegos y
metió/ las manos en el agua
el agua en el fuego
el huevo en el agua
(ponía huevos Evita) y
con éste le puso sal / con éste
le puso amor y con éste sí
con éste (les dijo) no
a los Pícaros / no a los Gorditos
Evitó que los Pícaros Gorditos
se
lo
comieran
Todo.
Después tendió
la mesa en la plaza dio de comer (no a las palomas)
dio de creer en el plato (no a los creyentes)
en la plaza.
Y un día dijo (Evita dijo): eviten
sacar las pieles del plato pero
–sobre todo–
NO SAQUEN NUNCA
LAS PATAS DE LAS FUENTES
(Hay que volver a las fuentes, revisó
el re-visionista que re-veía).

Dijo y decía mi madre: Evita (de evitar)
las malas (cuídate Juanito de)
las malas compañías
–carteles grandes / grandes compañías–
dicen: EVITA elegir / elige EVITAR, dicen
evita / las salidas de la fábrica
las camisas salidas
los descamisados
Evita / los descamisados (y no sólo):
no te descamises
no te descarriles
no te amontones
Evita (de evitar) los amontonados:
te tocan (de tocar) o te toca (de morir)
como le tocó a aquél o al otro
por amontonado. Evita, evita entonces.

Si evitas –digo, decían–
si EVITA fuera o sería
si viviera sería
pero
eso
es
“lo que hubo de haber habido”/
como decía El Que Te Dije / porque ya
NO ES
(de to be: ser o estar)
porque el verbo se hizo cáncer
(la carne dejó al verbo sin sujeto /
sin sujetar / se soltó sola)
y deshabitó entre nosotros:
Y HUBO UN SILENCIO ASI
Pero EVITA –decíamos– evita los temores
los tumores
la mala sangre
la mala leche de los años en tres
la coartada de volver, de ser millones de montones.
No te vayas no, carajo:
aparta de mí esa hora / las veinte y veinticinco /
no entres / no salgas a la Inmortalidad / evita
EVITA las Inmortalidades, evita/
Lo inevitable.

Y colorín (evita –dijo– la moraleja)
colorado (evita la queja, la moda vieja)
este cuento se ha /
No acabes, compañera: Evita, no te
entregues, no te vayas
aguanta todavía otro día peronista
no te calles compañera
porque hubo / había una / dos veces
un verbo bien dicho y conjugado.
Conjugue, compañera
descamise/
renuncie, funde/
dignifique, compañera
Evite el silencio: preséntese
preséntese que
se siente
se siente todavía
bajito se siente
se siente.


* Este texto, publicado originalmente en la revista Aportes en 1986 en un homenaje a Eva Perón, pertenece a un libro inédito –Carta al Sargento Kirk y otros poemas de ocasión (1976-1989)– que reúne poemas más o menos políticos más o menos sentimentales marcados por aquellas coyunturas. Más aún: lastimados, con dolor de coyunturas casi. El que suscribe atravesaba, por entonces, la última etapa de su adhesión peronista. El indulto de Menem a los militares asesinos le daría el definitivo empujón a la intemperie política, al nunca más. Pero lo escrito, escrito está; aunque el que firme esta nota al pie no sea ya –para bien o para mal– el que escribió aquellos versos fervorosos de rabia, de pena y de desesperada esperanza. J.S.